Ya lo sabéis, me gusta ponerle imagen a los personajes de mis libros (¿a quién no le gusta fantasear?). Probablemente no se trate de una representación exacta de lo que había en mi mente, probablemente sea muy distinto a lo que había en la vuestra (y ahí está la magia de la literatura), pero hay veces que veo una persona y la identifico con alguno de mis personajes.
En este caso le toca el turno a Christiaan Brouwer, el jefe de los técnicos de MediTime. Como ya sabéis, MediTime es una empresa médica capaz de curar enfermedades mediante viajes virtuales en el tiempo. Christiaan, el pelirrojo holandés, es uno de los mayores responsables en el desarrollo de esta tecnología puntera gracias a su inteligencia y a sus amplios conocimientos.
“Se hizo el silencio. Christiaan resopló. Se podía ver claramente que debatía consigo mismo. Se acarició su pelo rojizo y rizado. Entre el color de su pelo y sus pecas, sólo le faltaba sonrojarse para que el rojo fuera el color principal y casi único en su cabeza”.
Sin embargo, su drama radica en su incapacidad de disfrutar de la tecnología que él mismo desarrolla. Si bien su prodigioso cerebro le permite hacer que los viajes temporales sean posibles, la naturaleza no le ha dotado de las características innatas necesarias para poder establecer en su cuerpo las conexiones temporales. Es decir, desarrolla una tecnología que no puede utilizar, lo que le crea una enorme frustración que, para bien o para mal, tendrá sus repercusiones en la trama.
Curiosamente, esta vez no identifico al personaje con un actor. Lo hago con Alberto, concursante de MasterChef (el del famoso “león como gamba” que tan mal trató un concurso que dice alentar a la gente a que sea original y atrevida; me pareció una triste y deprimente actuación para ganar unos puntos de audiencia). Me cuadra casi perfectamente en el personaje. Muy parecido a él es lo que tenía en la mente al crearlo.
¿Qué os sugiere a vosotros?
5 octubre, 2016 at 6:40 pm
No estoy de acuerdo. Alberto puede seguir cocinando y comiéndose el león come gamba si así lo desea. Quizá algún día, como Twitter ya ha hecho, se lo reconozcan. Christiaan, por el contrario, depende de algo extraordinario para conseguirlo. ¿No crees?
Un saludo desde ‘curioso10’
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7 octubre, 2016 at 1:39 pm
¡Sí! Yo con Alberto sólo lo comparaba respecto al físico, pero es bueno el apunte que haces. Y me alegra leer que al final a Alberto se le reconociera su originalidad, me pareció muy lamentable que se tratara así a alguien que considero con mucho talento. Un saludo, ¡gracias por comentar!
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5 octubre, 2016 at 9:30 pm
También en mi cabeza creo la imagen del personaje sobre el que leo… por eso, cuando veo alguna película versión de un libro que he leído, suelo sentir que algo no me cuadra y es que, generalmente, no coinciden los personajes con los que imaginé…
Y es verdad, la descripción que haces del holandés puede cuadrar muy bien con Alberto, tiene pinta de sabio despistado.
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7 octubre, 2016 at 1:41 pm
Sí, a mí me pasa igual… Como cada uno se hace su imagen mental, rara vez coincide con su representación en la película. Y creo que el ejemplo más representativo es el caso de las sombras de Grey, imagino que nadie se imaginaba a alguien tan “yogurín”. Un saludo, ¡gracias por comentar!
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6 octubre, 2016 at 7:31 am
A ver si me leo tu libro (ya me lo bajé hace unos días) y coincido contigo en la elección de actor (o no-actor, en este caso) 😀
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7 octubre, 2016 at 1:42 pm
He estado buscando actores pelirrojos para poner un actor como hice la otra vez, pero ninguno me cuadraba tanto. Espero no haber afectado a tu recreación mental del personaje si llegas a leerlo. ¡Un saludo!
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