Qué ganas le tenía a esta reseña. Hoy me apetece, y de qué manera, hablar sobre mi última lectura: La sombra dorada de Luis M. Núñez, una novela de fantasía épica. Os pongo en antecedentes. Como muchos, yo me desvirgué en el género con El señor de los anillos, y a día de hoy tengo como referencia la fantasía sucia y realista de Sapkowski y su saga del brujo Geralt.
Dicho esto, La sombra dorada nos ofrece una lectura amena que, si tuviera que definir en una plabra, esta sería equilibrio. Es un concepto que tiende a escaparse a este tipo de literatura y que Luis M. Núñez consigue plasmar con maestría. Pero antes, un poco de su argumento…
La caída de un meteorito trae consigo una especie de luz extraña capaz de transformar a los seres vivos en aberraciones. Antes de que la humanidad pueda siquiera entender la importancia de tal suceso, este ejército de monstruosidades avanza dirigido por un ente divino maligno envolviendo y corrompiendo todo a su alcance. La humanidad tendrá que prepararse ante esta terrible amenaza si no quiere sucumbir a ella.
Luis desarrolla esta gran historia sin que le sobre ni le falte nada desde una narrativa justamente medida. Las descripciones de lugares y personajes son brillantes, entregándonos características que nos ayudan a recrear los distintos emplazamientos de manera fácil, sin que eso signifique la escasez de detalles, sino que estos son los que verdaderamente importan y tienen mayor peso a la hora de recrear mentalmente las situaciones. Luis sabe dar en el clavo en la elaboración cretiva (y creatividad le sobra) para conseguir un texto ameno, en el que es fácil sumergirse, y alejado de los clásicos fragmentos tediosos de información extendida (que a menudo no sirven más que para desentenderse de la lectura) que parece que tengan que plagar este tipo de historias. Chapó. No había encontrado un equilibrio tan logrado en una historia, hago memoria para buscar alguna obra similar para ejemplificarlo y no encuentro ninguna.
Otro aspecto destacable es la descripción de los combates, tanto singulares como en lo relativo a las grandes batallas. Las explicaciones, claras. Los detalles, certeros. Es particularmente en este punto en el que suelen perder fuelle los grandes autores (Sapkowski particularmente me hace perderme en las luchas), pero Luis, cual maestro de esgrima o cual estratega bélico, saca un diez en este aspecto. De verdad, voy a echar de menos esa claridad y acierto, esa profundidad en los detalles de los ejércitos medievales… Gracias a él, uno puede sentirse dentro del relato, yo casi puedo decir que estuve en la Batalla de las Planicies Ardientes.
Con los personajes, de vuelta al equilibrio. Son esos datos certeros los que les llenan de personalidad. Remarco incluso algunos secundarios, que están destinados a aparecer en unas pocas páginas, pero para los que inventa alguna historia peculiar que les llena de vida. ¡Qué manera de llenar de vida a los personajes secundarios y puntuales! Ah, y por fin una obra de fantasía con nombres que no suenan raros, que se aceptan como normales. Tenía que decirlo, gran acierto en las denominaciones de los personajes.
En cuanto al ritmo, pues más equilibrio. Ni la historia se acelera, ni se estanca en ningún momento. Lo dicho, ni sobra nada ni falta nada. Y subrayo, algo muy difícil en este tipo de obras.
Y si nos dejamos los tecnicismos y hablamos de sensaciones, que siempre tiendo a darle más importancia en una reseña, os diré que yo he disfrutado mucho la historia. Está contada de manera brillante, con un uso exquisito del lenguaje. Me ha entretenido, me ha mantenido expectante y ha hecho que maldijera no tener más tiempo libre para poder seguir leyendo en muchas ocasiones. Creo que todo lo bueno que pueda decir quedaría bien resumido expresando que espero con ansia la salida de un segundo volumen, que tengo entendido que habrá.
Finalizo aquí mi reseña deseando todo lo bueno que se pueda desear a Luis M. Núñez y agradeciendo que nos haya ofrecido a los lectores una obra de tanta calidad. La recomiendo de manera sobrada, me juego mi reputación como lector en ella. Os encantará. Es un must have en toda regla, uno de esos libros que quieres recomendar por inercia, porque quieres que otras personas lo disfruten tanto como tú.
Leedlo, en serio. Y me contáis.
Nada más. ¡Que tengáis un fantástico día!
20 junio, 2017 at 6:43 pm
Es una manera de escapar de lo cotidiano e introducirse en un mundo que como poco será de una gran experiencia. Dicho esto, sí. Lo leeré. Queda retratado. 🙂
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21 junio, 2017 at 1:19 pm
Yo como en mi caso leo cuando voy de un sitio a otro durante el trabajo, he agradecido mucho esos ratos de sumergirse en la lectura y olvidarse del resto, o lo que es lo mismo, que iba a trabajar más a gusto porque sabía que iba a disfrutar a ratitos de la novela. Si te animas, sé que te gustará. Un saludo, ¡gracias por pasar por aquí!
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22 junio, 2017 at 11:02 am
En ese caso, espero que te guste. ¡Ya dirás!
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22 junio, 2017 at 10:58 am
¡Muchísimas gracias por tus palabras! Me dejas sin habla, la verdad, no solo por dedicar tiempo a mi novela, sino por esta reseña que hace ver que has disfrutado de la lectura de «La sombra dorada». Esa, como digo siempre, es mi mayor recompensa: que quien me lea lo pase bien.
Pones el acento en el equilibrio, y estoy de acuerdo en la necesidad de este a la hora de escribir una novela. Por eso intento que mis textos largos incorporen diferentes aspectos de forma mesurada: descripciones y diálogos, batallas y relaciones, maldad y bondad… Soy un firme defensor del punto medio, y si a veces cargo las tintas en, por ejemplo, alguna descripción de un monstruo o la crudeza de una batalla, intento que las escenas más, digamos… líricas… sean delicadas.
Sobre las escenas de acción, intento adoptar una visión «cinematográfica»; es decir, la imagino y represento en mi mente (de eso tiene buena culpa el haber sido tantos años director de juego de rol) con el máximo detalle, describiéndola luego en palabras que hagan que la persona lectora lo visualice como yo, pero sin condescendencia.
Y en cuanto a los personajes, que son aquello en lo que más me vuelco siempre, das en el clavo: los nombres son exóticos en algunos casos, pero existen, en su mayoría, en nuestro mundo, lo que los hace más «cercanos». Y sí, incluso para los secundarios muy secundarios invento un pequeño trasfondo, aunque su destino sea estar dos páginas por ahí pululando nada más. Les intento dar vida, y para ello, un retazo de su historia personal los hace más creíbles.
¡Un placer leer tan amable reseña, amigo!
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23 junio, 2017 at 2:13 pm
Pues sí, la he disfrutado mucho y, como digo en el otro comentario y como te he comentado alguna vez, al leer durante los desplazamientos en el trabajo me ha ayudado a que este se me haga menos pesado, incluso a apetecerme porque a ratos sabía que iba a poder seguir la lectura.
Tu equilibrio es bestialmente acertado. A veces leo cosas ligeras porque me apetece más acción y ritmo. Pero a tu obra no se le puede llamar ligera, porque tiene un contenido enorme, no consigue la ligereza desprendiéndose de él, sino acertando en los detalles, optimizando la escritura. De verdad, un diez en ese sentido.
Y más cosas que podría haber puesto, pero el problema de leer caminando es que no tengo una libreta para ir apuntando las cosas.
Un saludo. El placer es mío por poder reseñar tan buena lectura.
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12 julio, 2017 at 7:00 am
Con un pelín de retraso, que he tenido un buen puñado de relatos dedicados últimamente, cuelgo uno que espero que te guste 😉
https://lordalceblog.wordpress.com/2017/07/12/la-sombra-dorada-el-jardin/
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15 julio, 2017 at 5:37 pm
¡Por fin he podido visitarlo! Te he comentado ahí, pero igualmente te vuelvo a dar las gracias por aquí. Pocas me parecen todas las que pueda darte.
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17 julio, 2017 at 9:14 am
De nuevo, a ti las gracias 😉
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