El otro día tuve la suerte de pasar un ratito por OptimizArte, una escuela de desarrollo personal y creativo de reciente apertura. De ahí el extracto del vídeo que abre la entrada. Es para mí una doble alegría la apertura de este centro, me redobla el corazón por ello. Os cuento.
Por un lado está la vertiente familiar, los lazos que me unen son de esos que son imposibles de cortar. Pero por otro lado, se me sale la ilusión por los poros cada vez que veo que alguien apuesta por la creatividad y la humanidad. Falta mucho de eso en el sistema educativo y considero que la capacidad de crear y la de desarrollarnos como personas cívicas son los pilares de un mundo mejor.
No vamos a crecer como civilización si no mejoramos como personas. No vamos a saber solucionar problemas si no tenemos la capacidad de inventar las soluciones. No somos máquinas ni números, tal y como pretende clasificarnos el sistema educativo.
Qué os voy a decir de cómo afecta el arte a mi felicidad, de cómo las letras y la música me guían al lugar en el que me siento feliz. Eso no me lo enseñaron en la escuela tradicional.
Hoy quería plasmar un suspiro aquí, ese que me sale cuando me rodeo de gente bondadosa y con inquietudes. Esas son las aptitudes que hay que regar. Bravo por los centros que trabajan por y para ello. Mis mayores deseos de prosperidad para OptimizArte. Si sois de la Vega Baja, no dudéis en pasar por allí. Y si no lo sois, también podéis contactar con la escuela que seguro que es el primer paso de un camino productivo y gratificante.
Nada más.
¡Que tengáis un artístico día!
10 septiembre, 2017 at 9:05 pm
Estoy escuchando si construyera un jardín.. es una hermosura.
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18 septiembre, 2017 at 10:53 am
Ay, ¡gracias! Me alegra que te guste. Gracias por molestarte en comentar y hacérmelo saber, estas son las cosas que a uno le alegran el alma y le animan a intentar mejorar. ¡Saludos!
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