Memorable la actuación de César Brandon en la semifinal de Got Talent. Maravilloso poema y excelente ejecución, aunque no quiero aquí valorar su talento, que eso ya lo hicieron mis lágrimas corriendo por mis mejillas al escucharle. No me avergüenza reconocerlo. Como tampoco me avergüenza reconocer la alegría que me causa que la literatura brille en un formato que no está diseñado para ella. Bravo.

Pero lo que quiero comentar es la jugada literaria (o debería decir de márketing) posterior. En un acto heroico, como si se estuviera cumpliendo el sueño de este magnífico poeta, como si se le estuviera entregando la Tierra Prometida en forma de papel, Risto anuncia que Espasa ha publicado su libro de poemas. Oh, grandiosa editorial, gracias; ante ti nos arrodillamos, pues haces realidad nuestros sueños…

Antes de la actuación habían anunciado que en el anterior programa, César Brandon ya había agotado sus libros tras su aparición a través de Amazon. Deduzco entonces que o se autoeditaba, o publicaba con una editorial menor, si no esta intervención de la Espasa bondadosa con su toque mágico no tiene sentido. Pero este gran poeta ya había hecho lo difícil: tener visibilidad y conseguir vender.

Si Espasa lo ficha ahora (y yo me pregunto cómo han hecho que sea una sorpresa su libro si para publicar necesitan que previamente firme un contrato), le hacen un flaco favor a César. Si estaba publicando con Amazon, podía estar ganando hasta un 70% de las ventas en regalías. A través de Espasa va a ganar, siendo generosos, solo el 10% que marque su contrato. Las cifras no mienten y lo que ha hace la editorial realmente es un negocio redondo. Eso sí, de cara a la galería, acaban de cumplir el sueño de su gallina de los huevos de oro.

Es cierto que este empujón inicial que se ha ganado por sí mismo va a ser aprovechado por la editorial a modo de altavoz y el beneficio va a ser mutuo, pero que no nos engañen. Aquí no se ha salvado a nadie. Se ha sabido aprovechar una oportunidad comercial descaradamente. Y, de cara al público, las editoriales vuelven a colgarse la medalla como guardianes de la literatura. Ni de coña.

Esta es mi visión que deseo compartir, no solo para mostrar mi impresión, sino para conocer vuestro pensamiento, pues en todo este montaje cinematográfico hay algo que se me escapa. Todo ello, quiero remarcar, sin menospreciar el talento de César que, vuelvo a decir, me parece brillante y me hizo temblar de emoción.

Nada más por hoy.
¡Nos vemos las instacaras por @icaro_jon!