
¡Ala! Cómo habéis cambiado desde la última vez que publiqué una entrada…, ¡pero qué grandes estáis! Bromas aparte, pido disculpas por mi larga ausencia en el blog. Pido perdón de forma más intensa todavía por los comentarios que me dejé sin contestar; ahora no me sale como contestados algunos que sé que sí respondí y me es imposible saber cuáles me faltaron. Pido disculpas, de verdad.
Estoy perdido temporalmente entre mil proyectos, de los cuales tendréis noticias en breve. Mientras tanto, intentaré ir pasándome por aquí en la medida de lo posible para compartir cosas que vaya teniendo entre las manos. Hoy os copio los 30 trucos para escribir un libro que redacté como antesala del curso literario que imparto en colaboración con Escuela Optimizarte.
Espero que os sea útil, tanto para aquellos que no os atrevéis a lanzaros a la aventura de escribir un libro como para los que estéis en ello y encontréis dificultades para progresar. Deseo que estos pequeños tips os aporten motivación y recursos por igual.
Un saludo a todos. Estamos en contacto (en serio). ¡Nos vemos las instacaras en @icaro_jon!
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1 UNA IDEA ACOJ… IMPRESIONANTE
La idea inicial, esa que aparece como por arte de magia a modo de fuegos artificiales en tu cabeza y que te hace querer ponerte a escribir, es la base de todo y la responsable de que no te rindas una vez que las mariposas en el estómago iniciales comiencen a encontrarse con dificultades.
Todos empezamos con muchas ganas al creer que hemos tenido una revelación sorprendente, pero ese entusiasmo se va mermando con el desarrollo del libro. Recuérdate una y otra vez lo buena que era esa idea, riégala para que no pierda su fuerza, y será el motor que te haga avanzar en el texto.
2 PONTE A TOPE
A todos nos falta tiempo para ponernos a escribir, y a veces cuando lo tenemos lo que se desvanecen son las ganas, devoradas por la pereza. Decía Stephen King que el peor momento era el de ponerse a hacer algo. A veces nos cuesta horrores sentarnos a teclear, y él de horrores sabe bastante. Convéncete de que tras ese momento de ponerse manos a la obra llega el gozo y la alegría de ver progresar nuestra historia y aférrate a esa adictiva sensación para que tu historia no se quede en el olvido un día tras otro.
3 PLAN A, PLAN B, PLAN C…
Una vez te hayas planificado para escribir (porque espero que lo hayas hecho), fallarás una y otra vez en tu programación. No pasa nada. Averigua en qué estás errando y elabora un plan alternativo que corrija esos fallos. La planificación perfecta no se consigue a la primera. Puede que acaricies la frustración errando una vez tras otra, pero no dejes morir a tu libro por un pequeño desajuste que seguro que con paciencia acabarás consiguiendo vencer.
4 CADA PALABRA QUE ESCRIBAS, ERES MEJOR ESCRITOR
Olvídate del síndrome no me gusta lo que escribo. Cada palabra que escribas te hace mejor escritor, así que ni se te ocurra tirar a la basura tu trabajo si ves que no sale tan bien como esperabas. Si eres capaz de ver esas imperfecciones, es porque ya eres mejor escritor que cuando empezaste. No sientas que es algo negativo no ver con buenos ojos lo que has escrito, siente que eres más exigente porque estás subiendo de nivel.
5 EL ESPACIO-TIEMPO TIENE UNOS LÍMITES DIFUSOS
Muchos escritores noveles sufren para rellenar páginas y otros de dedos ligeros no saben cómo hacer que sus textos tengan menos volumen. No te preocupes por estos aspectos, conforme consigas experiencia en el mundo de la literatura aprenderás técnicas para mejorar la cohesión. Pero, de momento, piensa que, si estás disfrutando escribiendo, tu lector lo hará leyendo sin importar el volumen de la historia.
6 ESCRIBE ANTES DE ESCRIBIR
Para evitar la sensación de no saber qué escribir cuando estás frente al teclado, de quedarte en blanco, piensa en las historias de tus personajes antes de ponerte a ello. Mientras friegas, tiendes la ropa… En esos tiempos muertos inventa historias para ponerte a teclear en cuanto te sientes a escribir. Además, verás que hasta las tareas del hogar se hacen más amenas.
7 ES EVIDENTE, PERO… LEE
Parece de cajón. Cuanto más leas, más recursos y más inspiración tendrás para ponerte con tu obra. Trata de tener a mano libros de la temática que estés intentando escribir. Ojo, no se trata de imitar, sino de envolverse del mundo al que pretendes dar tu estilo personal para conseguir inspiración extra.
8 LAS PERFECTAS IMPERFECCIONES
No te obsesiones si cometes errores típicos de principiante. Trata de aprender de ellos. Algunos pueden incluso ayudarte al éxito. Por ejemplo, los escritores profesionales pecan a menudo de abusar de clichés y estereotipos, pues se supone que son características inherentes del género que escriben y tanto conocen. Los autores noveles, precisamente por no conocer esas normas no escritas, tienden a aumentar la originalidad en sus narraciones.
9 TÓMATE UN KIT-KAT
Te vas a bloquear. Una y mil veces. Sobre todo, si es tu primera aventura literaria. No pasa nada. Recuerda que tu cerebro tiende a cegarse cuando te centras excesivamente en una preocupación. Déjalo descansar, verás que una vez más despejado, las alternativas aparecen en tu cabeza casi sin esfuerzo.
10 SENCILLAMENTE SENCILLO
Simplifica. A la hora de escribir, no te líes ni te pierdas en oraciones extensas repletas de sucesivas subordinadas. A menudo queremos mostrar riqueza literaria con oraciones interminables. Cuando además somos noveles en la escritura, al hacer eso estamos jugando con fuego. Así que, frases cortas y discretas. Allí donde pueda haber un punto en lugar de una coma, mejor el punto. Te diré, además, que los libros claros y concisos están teniendo mejores ventas que los de prosa pesada. Así pues, no te compliques la vida.
11 ¡NO ME REGALES LA OREJA!
Paralelamente a lo anterior, el talento literario actualmente se asocia con el ahorro de adjetivos y adverbios en lugar de con el uso de palabras a discreción. Ser escueto se cotiza al alza, no hace falta que uses cincuenta adjetivos calificativos para llegar a una misma idea. Si, además, eres principiante o tienes limitados recursos léxicos, estás de suerte. Tu baza será que no es que no estés preparado para escribir, sino que economizas el texto para que sea ameno.
12 LOS ROBOTS EXISTEN
Sí, ya tenemos máquinas digitales que hacen el trabajo por nosotros. Se llaman diccionarios virtuales. Sobre todo, hazte amigo del diccionario de sinónimos, que te ayudará a no repetir palabras. No hace falta que seas un erudito del lenguaje porque para eso están esos recursos a tu alcance. Que no te frene la inseguridad de no manejar suficientes palabras para escribir.
13 CORTA POR LO SANO
Si tiendes a tener dificultades a la hora de estructurar los capítulos, hazlos más cortos. Esto ayuda a esquematizar y a evitar la sensación de no saber avanzar en el contenido. Porque, además, ¿te he dicho ya que lo directo está de moda? La gente ya no tiene tiempo para perder. Así que, haciendo capítulos cortos, no solo te estás ayudando a ti mismo a organizarte, ¡ayudas al lector a que su experiencia sea más rápida y amena!
14 EL PROFESOR AL QUE NUNCA QUISISTE
Sí, todos hemos odiado a nuestros profesores de lengua. Pero ahora hay unos más majos a los que no hay que hacerles la pelota para que nos aprueben. Se llaman correctores digitales. Los procesadores de texto los llevan incluidos y puedes encontrar varios por Internet también. Ojo, no son suficientes por sí mismos para conseguir un manuscrito perfecto, pero utilízalos como ayuda para perder el miedo a escribir y aprender gramática y ortografía.
15 DELEGA
Esto es muy propio de los seres humanos: dejar que los demás hagan nuestro trabajo. Es caro, bastante caro, pero para un escritor novel igual es un alivio pensar que hay profesionales encargados de la corrección ortotipográfica y de estilo. Cuando empezamos y tendemos a ver que todo se nos viene encima, existe la opción de descargar obligaciones. Aunque, a largo plazo, lo interesante es aprender por uno mismo a corregir y editar un libro.
16 ¡TÚ MOLAS!
Busca tu autenticidad. Seguro que tienes algo que te hace brillar, bien sea por la originalidad de tus historias, o por las anécdotas que te inventas, o porque tienes una forma peculiar de asesinar retorcidamente a tus personajes, o por tu sentido del humor… Seguro que tienes algo particular por lo que puedes encandilar a tus lectores. Busca tu potencial único, que te aseguro que hará sobra a cualquiera de los errores que como novato puedas cometer en la escritura.
17 LO QUE BIEN EMPIEZA… BIEN ACABA
Si consigues que tu historia empiece con fuerza, ya casi puedes olvidarte de lo demás. ¡Esto es Hollywood! Concéntrate en un principio potente que atrape al lector y piensa que con eso lo tienes casi todo hecho. Además, esto te ayudará a no dejar el libro a medias. ¡Ya has conseguido lo más difícil! No puedes dejar ese gran inicio perdido en un cajón…
18 CUESTIÓN DE NÚMEROS
Todos somos números, ya lo sabemos. ¿Por qué tu historia no iba a serlo? Un método sencillo para no ceder al temor de la incapacidad de escribir un libro es hacer cuentas. ¿Cuántas páginas quieres que tenga? ¿200? Si quieres escribirlo en tres meses (lo cual no es ni mucho menos mucho tiempo), sales a poco más de dos páginas al día. Seguro que, visto así, ya no parece tan complicado.
19 TU LIBRETITA SIEMPRE A CUESTAS
Reconozcámoslo. Nos sentimos más interesantes cuando llevamos siempre una pequeña libreta a cuestas y anotamos cualquier idea en ella mientras las miradas de los que nos rodean se dirigen hacia nosotros curiosas. Pero, además, nos hace la vida más fácil. Nos ayuda a organizarnos y a capturar la inspiración que llega cuando no estamos dándole a las teclas. Esos pensamientos que aparecen en el momento más inoportuno, créeme, son gran parte de tu libro. No los dejes escapar y verás cómo tu historia se escribe sola.
20 SÉ EL MUNDO EN EL QUE QUIERES VIVIR
Con estas palabras bonitas simplemente quiero decirte que dejes de ver la televisión o de hacer cosas que no hacen más que integrar información muy poco válida en ti, y que comiences a sacar la que tienes dentro para mostrársela al mundo. Somos excesivamente integradores cuando, como seres creativos, deberíamos estar deseando aportar a este mundo más que recibir de él. Esto no lo digo solo para motivarte a plasmar tus pensamientos en el papel, también lo digo porque cuanto menos tiempo dediques a tu vida como observador, más tendrás para utilizar como creador. Que después, eso de no tengo tiempo, suele ser una excusa muy recurrida.
21 LO DIFERENTE ES ATRACTIVO
Deja de repetirte que nunca serás como los grandes escritores. Ni falta que hace. En lugar de frustrarte pensando que jamás llegarás al nivel de otros, piensa que no se trata de imitarlos, sino de buscar el potencial que tienes dentro de ti. Las comparaciones son odiosas. Y, además, para escribir tu primer libro, innecesarias.
22 APASIÓNATE CON LO QUE QUIERES CONTAR
Más allá de la escritura, siente aquello que quieres decir, enamórate de lo que narras, adora eso que tienes dentro y quieres sacar. Si crees en tu producto, difícilmente vas a dejarlo a medias. No te olvides de recordarlo cada día, es esencial para que consigas terminar tu libro, para desear imaginarte con él y no rendirte bajo ningún concepto.
23 LAS MALAS CRÍTICAS NO SON MALAS
Déjate leer. Recibirás buenas opiniones que te motivarán, y recibirás malas valoraciones… que te darán ganas de darle cuatro guantazos al criterio de su emisor. No pasa nada, estamos empezando. Sé que duelen, y que, en el peor de los casos, puede que te hieran hasta el punto de querer dejar de escribir. ¡Ni se te ocurra! Sé fuerte y entiende esas opiniones como lo que son, una fuente inagotable de aprendizaje. Si lo entiendes así, nada podrá pararte.
24 ROMPE LAS NORMAS
Cuando uno es un escritor novel, puede que se encuentre a menudo con la persona quisquillosa de turno que le recuerde todo lo que está haciendo mal y que debe ser hecho de otra manera. La mayoría de las veces, seguramente tenga razón. Pero nunca dejes que anulen tu punto de vista. Si eres capaz de justificar tu modo de trabajar, siempre podrás darle la vuelta y, en lugar de estar actuando en contra del protocolo establecido, estarás rompiendo las normas creando un nuevo estilo único y personal.
25 SOLO SÉ QUE NO SÉ NADA
El mundo de la escritura es amplísimo (y hablo de escribir, de publicar ya ni te cuento…). No quiero asustarte, que se supone que esto iba de trucos para abordar con éxito tu primer libro. Pero sí debes ser consciente de que no viene nada mal dedicarle cinco minutillos al día a buscar técnicas para aprender. Esa humildad te hará más fuerte frente a los momentos de flaqueza.
26 ORDENA ALGO MÁS QUE TU ORDENADOR
Sé limpio y ordenado en tu zona de trabajo. Eso te animará a ponerte manos a la obra y, además, minimizará tu frustración. El desorden físico no es un buen aliado para afrontar esos momentos de estrés a los que tendremos que enfrentarnos como novatos.
27 ¡DISFRUTA!
Activa el sistema de recompensa de tu cerebro al escribir. Eso hará que cada vez quieras más y más y en ningún momento sentirás que el trabajo de redactar es un trabajo en sí. ¡Pásatelo bien escribiendo! Haz de tu momento de teclear un acto de ocio y no un deber.
28 NO LA DEJES A MEDIAS
Me refiero a tu historia. Acábala. Aunque la odies, aunque haya momentos en que quieras tirarla y empezar de cero. Tienes que acostumbrarte a cerrar tus escritos, eso hará que las numerosas veces que te apetezca tirarlo todo por la borda sean menos numerosas. Piensa que, si te rindes, estarás predisponiendo s tu cerebro a rendirse de nuevo, por mucho que empieces otro nuevo proyecto con más ganas y entusiasmo.
29 SIN FRENOS
Nada te puede parar. Solo tú mismo. No hay obstáculos insalvables en esto de escribir un libro. Hay caminos más largos y más cortos, recursos más útiles y otros que más bien entorpecen, pero todavía no conozco a alguien que, queriéndolo y deseándolo de verdad, no haya conseguido materializar su libro. Te lo prometo. Y estoy seguro de que tú también eres capaz de ello. Solo tienes que decidir ponerte manos a la obra.
Y FINALMENTE… DÉJATE AYUDAR
Este es sin duda uno de los mejores consejos que puedo darte. Déjate guiar por aquellos que ya han recorrido ese camino. Ármate de sus ánimos, de sus recursos, de sus técnicas… Aprende, pues esto es una carrera de fondo en la que hay que ir paso a paso, mejorando nuestra pisada en cada avance.
Así que, si ya has decidido que quieres escribir un libro, entonces ya has dado el único paso necesario para conseguirlo. El resto, es cuestión de saber qué caminos escoger y cómo ir dándole forma a esa emoción para conseguir tu objetivo con éxito.
Ánimo y mucha suerte. Este camino, que tiene tanto para ofrecer a tu felicidad, solo acaba de comenzar.