A ti, que tanto insistes: ¿por qué cojones tengo que leerme tu libro? Si como autores no os habéis hecho a vosotros esa misma pregunta, estáis jodidos. Yo me la hago a menudo, con esa violencia verbal incluida, porque así parece que me espabilo un poco más.
Salvo que seas uno de esos afortunados tocados por la gracia del boca-oreja cuyos libros pasan de mano en mano por ensalzamiento popular, deberías hacerte a ti mismo la pregunta que encabeza esta entrada. Lo normal es que te cueste vender, que te resulte difícil incluso encontrar gente que quiera leer tu libro, aunque este sea gratuito. Es así de duro. Es muy triste saber que publicar un libro es dar un salto a ese vacío en el que nunca sabrás si tu enorme inversión temporal y creativa (y de ilusión, que al final es la más importante), será recompensada.
Pero el primer paso para salir de esa fosa literaria es reconocerlo. Existen millones de libros ahí fuera, se crea una tonelada de papel literario al día y además compites con el pasado, con el presente y con el futuro (sí, hay gente que reserva libros que todavía no están escritos y que venden más que el tuyo). No pasa nada. Hay que ser humilde. Ante tanta oferta, ¿por qué tendría alguien que comprar mi libro? Hay que ponerse en posición del lector, y comprenderlo. Solo así entenderemos dónde nos hemos metido realmente al publicar.
– Hola, me llamo Jon, y soy escritor.
– Hola Jon, bienvenido a escritóricos anónimos.
Una vez reconocido esto, llega el momento de ponerse manos a la obra, aparcar las excusas y utilizar el tiempo que dedicamos a los lamentos a acabar con esos ceros en nuestras ventas. Los días en blanco no dejarán de existir hasta que tú mismo no te respondas a la pregunta inicial y la uses para contagiar a tus posibles lectores. ¿Por qué tendrían que leerse tu libro? ¿Eh? No, en serio, ¿por qué? Y no, la respuesta de porque es lo mejor que se ha escrito nunca no me vale, no te ancles en razonamientos subjetivos.
Tienes que responder con aquello que te haga conectar con el lector, ese punto de magia que lleve a tus lectores irremediablemente hacia tu obra. Ese toque especial que tuviste cuando por inspiración divina te llegó la idea sobre la que querías escribir y que espero que no hayas perdido en el largo desgaste del proceso de escribir y publicar.
Por ejemplo, yo ahora que estoy en plena promoción de GÀTA, trato de contagiar a mis posibles lectores el motivo por el que escribí esa historia, ese por el cual esta novela romántica animalista existe y que me sirve para responder a por qué deberían leerla. Evidentemente, primero hago uso del ámbito personal para crear un entorno cercano y acortar distancias. Va dedicada a un gatito al cual echo mucho de menos y es una forma de agradecerle que me haya convertido en una persona más sensible. La gente conoce esta novela por esa anécdota. Pero la novela no va sobre él. Ni sobre mí. Es un cuento sobre cómo la cercanía de un animal nos puede cambiar la personalidad para bien: o lo que es lo mismo, cómo un animal puede acabar convirtiéndonos en personas.
Así que, en mi caso, ¿por qué tienes que leerte mi libro? Pues primero, porque es ligero y entretenido. Yo no escribo un libro si no estoy convencido de que este va a ser disfrutado, si las páginas no se pasan solas; eso lo tengo claro. Segundo, porque vas a aprender un montón de la Antigua Grecia sin que te des cuenta, como esas cintas que se ponen por la noche mientras dormimos para aprender idiomas sin esfuerzo.
Y por último, y por ello más importante, porque amas a los animales. Esa adoración que hay en sus páginas sé que va a resonar en ti. Solo los que convivimos con animales sabemos el poder que tienen sobre nuestro corazón. Y solo ese tipo de personas va a entender la metáfora de este cuento: la transformación de su personaje principal y la mentira que es la historia romántica que se relata para llegar a ese punto. Solo esas personas van a comprender la verdadera función de esta historia, y sé que en esas personas resonará esa magia especial que he impregnado en esta novela breve.
Al resto, sé que no se la voy a vender, lo tengo claro. Si me pregunto por qué deberían de leer mi novela, se me ocurrirían muchos motivos, pero ninguno de ellos son ese chispazo que sé que va a hacer que mi historia funcione. Pero respecto a los que sí les gustan los animales, sí siento que la van a disfrutar, en ese momento sé por qué deberían leerla: porque van a entender esa ilusión con la que escribí GÀTA y va a resonar en ellos haciendo de la lectura algo más que pasar páginas.
Concluyendo: tengo claro que si alguien acaba dándole una oportunidad a GÀTA, será porque la intención que puse en ella es lo que actuará como pegamento entre mi experiencia escritora y su experiencia lectora. Sé que es ese vínculo es la respuesta a la pregunta con la que abordaba esta entrada. Como también estoy seguro de que todas las ventas que se están consiguiendo han ido por ese camino. Cada historia tiene un canal de ventas muy específico que hay que encontrar, es inútil lanzarla al azar. Solo si encuentras esa magia que te hará conectar con el lector, verás que las ventas comienzan a despegar.
Y nada más por hoy. Si eres autora o autor, respóndete a esa pregunta y encontrarás el camino que te llevará a tus lectores. Estoy segurísimo de ello.
Un saludo, ¡nos vemos las instacaras en @icaro_jon!