¿Qué hacéis vosotros para recordar a aquellas mascotas que por desgracia se fueron para no volver? Para los que amamos a estos peluditos, su marcha también nos supone un dolor incalculable. El vacío que nos deja no poder disfrutar más de esas huellas que ahora solo existen en nuestro corazón es enorme. Y en Alicante se lleva a cabo una iniciativa que me parece preciosa y que quiero compartir con vosotros: el Árbol de las Cintas.
Junto al parque La Marjal de San Juan de Alicante, hay un árbol en el cual los dueños cuelgan cintas en recuerdo a sus mascotas perdidas. Sobrecoge ver todo aquel despliegue de color que simboliza la felicidad que un día dieron aquellos pequeños. Me parece una preciosa forma de honrar a las mascotas y de crear un punto de encuentro en el que descargar nuestro dolor y no olvidar su agradecido paso por nuestras vidas. Con solo cuatro años de existencia de esta tradición, a la vista está el éxito de esta iniciativa.
Nosotros conocimos esta tradición la semana pasada, justo unos días antes del segundo aniversario de la marcha de Leore, el gato que reflejo y al cual dedico la novela GÀTA. Como si fuera una señal, aprovechamos para ir y colgar su cinta y dedicar una tarde a su recuerdo vertiendo nuestra emoción mientras veíamos su álbum de fotos, uno de los mejores regalos que me han hecho en la vida.
Ahora nosotros también tenemos nuestro rinconcito para ir a visitar su recuerdo, para traer de vuelta aquellos tiempos en los que nos brindó su magnífica presencia, para que la nostalgia se convierta en agua al recordar cómo saltaba a los brazos y sobre todo, para agradecer que nuestras existencias se hayan cruzado en esta vida, que con estos peluditos a los que tanto adoramos, siempre es mejor.
Si tenéis la suerte de visitar este pequeño templo natural de amor animal, no os lo perdáis. ¡Nada más por hoy!