¿Sobredosis de romanticismo o exceso de estupidez? Ya no quedan hombres como los de antes… ¡Pues por algo será! Me encanta esta declaración de Néstor a Nerea en GÀTA. A la muchacha se le antoja que le traigan un gato de Egipto y él, cual pagafantas empedernido, dice que sí, que por supuesto. Y a patearse medio mundo para encontrar al bicho.
Por un lado, pienso que eso es lo mínimo que se debería sentir para estar con alguien. Tío, si no vas a hacer lo imposible por ella, déjala. Pero por otro lado, ¿sale a cuenta tanto sacrificio? ¿Acaso no es más que el resultado de un concepto romántico del amor inculcado por la sociedad?
A Néstor, esta decisión, le cambia la vida. No os diré si para bien o para mal. Al fin y al cabo, ellos solo son los aparentes protagonistas de esta historia en la que, el que manda, maúlla y ronronea. ¡Ais! Por esos peludos sí que derribaba yo todas las barreras del romanticismo. Y tú, ¿eres de la antigua escuela o piensas que el amor pegadizo es cosa de otro siglo?
Un saludo, ¡nos vemos las instacaras en @icaro_jon!
2 septiembre, 2019 at 2:15 pm
El amor es precioso si se siente o si se complementa recíprocamente. El problema está en cuando uno tira más. O en que nadie quiere tirar hoy en día, así que estamos llevando al amor a un suicidio estúpido, a lo Romeo y Julieta, por cierto.
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26 septiembre, 2019 at 12:55 pm
Muy cierto, la tendencia actual es la de la pereza y el pasotismo, la de pretender que todo evolucione sin mover un dedo por ello; al fin y al cabo, es a lo que nos está acostumbrando al sociedad: lo queremos todo y ya. Al final, la solución será simplemente el equilibrio, yo no juzgo el hecho que alguien quiera poner más o menos, pero sí será necesario que los dos sean similares en esa entrega, como bien dices. Un saludo, ¡gracias por pasar por aquí y dejar tu opinión!
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2 septiembre, 2019 at 3:27 pm
Yo soy de la antigua escuela, el amor siempre que no degrade a quien ama («Me me quitte pas» es como no se debe amar) es como una planta. Si la riegas crece, si no lo haces muere. Para muestra las mascotas, ese gato o mis perros. Que incondicionales son y una daría la vida a cambio de ese amor. Las personas hemos perdido mucho el hacer detalles por amor, tal vez porque el amor no está de moda.
Estoy intrigada con tu libro, tengo que leerlo.
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26 septiembre, 2019 at 12:58 pm
¡Me encanta que hayas utilizado a las mascotas como argumento! Yo siempre digo que el amor que dan es incondicional, ellos no entienden de deudas sociales ni de afectos humanizados. Cuando se te acerca un minino y se queda durmiendo en tu regazo, totalmente tranquilo y seguro, para mí eso es una demostración de amor brutal y la mayor recompensa a los cuidados que les damos. ¡Yo no sería capaz de dormirme encima de una criatura cinco veces más grande que yo, qué miedo jaja! Yo también soy de la antigua escuela no en el sentido de que amar requiere sufrir, como bien dices, pero sí en el de que la ilusión hay que cosecharla de manera comprometida. Un saludo, ¡muchas gracias por pasar por aquí y dejar tu comentario!
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26 septiembre, 2019 at 1:28 pm
Ahí me tienes leyendo Gata junto con otros libros, siempre leo varios a la vez por costumbre. Y me anima a seguir ¿Qué pasará en la página siguiente? Pues a seguir leyendo.
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7 octubre, 2019 at 2:05 pm
Te agradezco enormemente que le hayas dado la oportunidad a la historia, espero que te guste. Te envidio por poder llevar varias lecturas, ahora mismo voy de tiempo muy justo (de ahí que haya tardado tanto en contestarte) y solo sigo una con la frustración añadida de que hay días que no puedo ni avanzar un par de páginas, jeje. Pero pronto recuperaré mi ritmo vital de lectura. ¡Un saludo de nuevo, es una alegría volver a saber de ti!
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2 septiembre, 2019 at 4:20 pm
Por amor se hacen muchas locuras, tanto el hombre como la mujer, quizás ahora las locuras no sean buscar un gato, pero si se te rompe el móvil tu chico va a buscar uno donde haga falta, jajajaja.
Un saludo.
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26 septiembre, 2019 at 1:01 pm
Jajaja el deseo de agradar y demostrar dedicación está en miles de detalles, tanto como personas que a su vez se combinan en esa mezcla incierta y misteriosa que es una relación. Pienso que tampoco hay que volverse loco como dar la vuelta a medio mundo por alguien como en el libro, pero como bien dices, estaría bien que una persona fuera capaz de detectar esas necesidades en su pareja y poner de su parte para solucionarlas. Un saludo, ¡gracias por pasar por aquí y comentar!
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30 septiembre, 2019 at 6:53 pm
Un placer, Jon.
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3 septiembre, 2019 at 3:07 pm
Si te sorprende lo del gato…. pásate por estas gallinas, je,je,je… antes de descubrir el Romanticismo, en pleno siglo XVII:
https://insulacervantes.wordpress.com/publicaciones/las-gallinas-del-licenciado/
¡Salud!
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26 septiembre, 2019 at 1:02 pm
¡Qué descubrimiento! Me encantan las lecturas que están relacionadas con animales, pero es que esta además tiene pinta de ser loca e histriónica, algo que siempre me ha llamado la atención. ¡Muchas gracias por la recomendación!
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5 septiembre, 2019 at 7:25 am
Pues aquí mi opinión al respecto … recomiendas el libro? Un saludo, Jon! https://estherenelrincondepensar.wordpress.com/2018/09/06/love/
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26 septiembre, 2019 at 1:05 pm
Uf, has ido a hilar fino con esa entrada: la definición del amor, nada menos. Yo creo que la definición depende mucho de cada persona, hay mucha influencia social y sentimiento individual en ese sentimiento. Creo que lo más objetivo sería ver qué aspectos coinciden en la definición de cada uno, pero dudo de que haya una sola percepción que se repita en todos. Así que, me quedo contigo, apuntaría a las partes buenas de este, me desharía de las malas, y cada uno que lo barnice con su misticismo, jeje. Un saludo, muchas gracias por compartir tu opinión y por pasar por aquí.
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23 septiembre, 2019 at 3:49 pm
El romanticismo pasa porque el varón se sacrifique.
Por que las historias no nos relatan situaciones en las que amor signifique el día a día, el comer juntos, el ir a recoger al otro, en las interacciones con sus familiares y amigos…?
Porque para mi eso es el amor.
Pero gracias a ideales como estos, los hombres estamos condenados al fracaso. Al diablo con Richar Gere.
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26 septiembre, 2019 at 1:18 pm
Estoy totalmente de acuerdo. Nos han vendido históricamente la lacra de que el amor ha de ser sacrificado (en ambos sentidos), y que cuanto más te sacrificas por alguien es porque lo/la quieres más. Esa actitud, a la larga lleva a la quemazón y es evidente el resultado en el número de divorcios cuando el yugo de la unión religiosa ya no hace de cadena. Yo tengo claro que el amor tiene que sumar, si te hace sacrificarte resta, y valoro por encima de todas las cosas la convivencia, estar feliz con esa persona porque se adapta a tu forma de vida. El día adía manda, estoy absolutamente de acuerdo contigo. De hecho, en este libro (ojo spoiler) esa entrega lleva al protagonista a enloquecer para poder aplicar sobre él el mensaje final. La relación clásica romántica no es más que una excusa sobre la que verter la verdadera intención. Un saludo, ¡muchísimas gracias por pasar por aquí y compartir tu opinión!
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