¿Dónde está ese Dios todopoderoso que por definición puede solucionar todo este desastre con un chasquido de dedos y que ni está ni se le espera? O a lo mejor, es que no quiere tanto a su creación como predica. Sin intención de cuestionar creencias ni herir sensibilidades, no es esa la intención, quiero compartir una reflexión a la que me lleva esa pregunta.
Para mí un dios no es esa cosa ante la que nos arrodillamos a pedirle que nos solucione los problemas. Más aún cuando a menudo se le olvidan nuestras plegarias. Para mí un dios es esa cosa que te da el poder para solucionar tus propias dificultades. Sentarnos y esperar a que nos arreglen nuestros desaguisados nos hace débiles, pasivos. En cambio, tener la resolución para enfrentarlos nos empodera. Y a menudo, actuar es mejor camino hacia la solución que quedarse de brazos cruzados.
Esta pandemia ha demostrado una vez más este pensamiento. Con las iglesias cerradas, conseguiremos salir de esta cuando todos actuemos en consecuencia. Con el personal sanitario como punta de lanza, los profesionales de la alimentación asegurando el abastecimiento, los políticos con sus (acertadas o no) decisiones, el personal de seguridad, de limpieza, cada uno quedándose en casa y todo aquel que aporta su pequeño granito de arena… Para mí, esos son los verdaderos dioses, todos aquellos que contribuyen a la solución del problema con sus actos y que me motivan a ser como ellos y a querer participar y enfrentar al caos.
Este pensamiento me lleva a compartir una poesía que, en esa dirección, habla de cómo una pareja puede aportarle a uno más beneficios que una divinidad, cambiándonos completamente el concepto de dios. Porque yo, sinceramente, creo más en esa persona con la que despierto cada día y que me motiva a comerme el mundo que en una creencia que gana cuando yo pierdo y soy débil.
Espero que os guste. Os dejo con los versos, no sin antes recordaros que sigo manteniendo mis libros de forma gratuita en formato Pay after show en mi página web. Un saludo, ¡nos vemos las instacaras en @icaro_jon!
22 abril, 2020 at 1:50 pm
Me ha encantado, y como tú dices.. Para mi dios es esa persona que tengo a mi lado, en lo bueno y en lo malo, ese que me ayuda cuando me caigo, cuando estoy enferma, y tantas situaciones. Gracias por este bonito post y poesía. Un saludo Marian
Me gustaMe gusta
22 abril, 2020 at 5:19 pm
Gracias a ti por pasarte por aquí y comentar. Este paso a la poesía me ha hecho ver que al escribir de manera más personal se multiplican las sensaciones al compartir los textos y no te imaginas cuánto agradezco tu comentario. Estoy contigo, dioses son aquellos que cuidan de los demás o les hacen mejores personas. Este poema se centra en la pareja porque es con quien tenemos una mayor cercanía, pero sirva para todos aquellos que facilitan la vida de los demás. ¡Gracias de nuevo por pasar por aquí!
Me gustaMe gusta
22 abril, 2020 at 2:02 pm
Excelente e interesante aporte.
Me gustaMe gusta
22 abril, 2020 at 5:20 pm
Muchas gracias por pasar por aquí y por molestarte en comentar, me anima a seguir compartiendo opiniones como esta. ¡Un saludo!
Me gustaMe gusta
22 abril, 2020 at 2:31 pm
Afortunadamente la solidaridad es un valor en alza y hay mucha gente buena de corazón…Saludos!
Me gustaLe gusta a 1 persona
22 abril, 2020 at 2:43 pm
Me han encantado tus versos y como bien dices sin herir susceptibilidades disiento un tanto con tu visión de Dios. Pero coincido contigo que no puedes decir que amas a Dios a quien no ves, si no amas a tu prójimo a quien ves y encima provoca todo eso que han inspirados tus versos. Abrazos
Me gustaMe gusta
22 abril, 2020 at 5:24 pm
Muchas gracias por pasar por aquí y por dejar un comentario tan agradecido, más aún cuando no compartes la visión divina. Eso refleja que no es necesario pensar igual para respetarse. Aunque a veces reconozco que soy bastante incisivo en lo que escribo (también por eso de hacerlo más llamativo), no me gusta escribir en contra de nada. Adoro el cristianismo cuando es constructivo (un tío mío salió de la drogradicción gracias a él y ahora es pastor, y otros tantos ejemplos por los que doy gracias de que hayan encontrado en esa fe la inspiricación), pero considero que anula bastante el potencial personal. Pero solo es una opinión. La belleza al final es poder aprender unos de otros sin estar ni a la defensiva ni a la ofensiva, y esa actitud es lo que nos llevará a, como bien dices, amar al prójimo y avanzar como sociedad, independientemente de los pensamientos individuales. Muchísimas gracias por pasar por aquí y dejar tu comentario. ¡Un abrazo!
Me gustaMe gusta
22 abril, 2020 at 4:12 pm
Que hermosa poesía!!!!! Precisamente mi sentir es que todos somos dios, porque dios está dentro nuestro! y precisamente unidos, conscientes del amor y la libertad, cada uno construirá un mundo nuevo sin dar más quorum a uno que ya demostró que no va más. Amor y luz!
Me gustaMe gusta
22 abril, 2020 at 5:26 pm
¡Gracias! Efectivamente, comparto opinión contigo en que todos compartimos la divinidad en nuestro interior, y que la belleza la encontramos cuando actuamos en armonía y consonancia. Yo siempre digo que la ley solo es necesaria allí donde desaparece el respeto. Una sociedad basada en el respeto (ya ni digo en el amor al prójimo, ¡eso sería lo más!) es a lo que tenemos que aspirar. Poquito a poco nos acercamos a ello. Hay trabajo, pero cada vez hay más consciencia. Un saludo, ¡muchísimas gracias por pasar por aquí y molestarte en dejar tu más que apreciado comentario!
Me gustaMe gusta
22 abril, 2020 at 5:08 pm
Dios? Sólo ahora nos acordamos? Y qué hay de esos miles de niños que mueren de hambre todos los días? Porque eso no es nuevo; eso viene de muchos años atrás. Ese supuesto dios, o es un impotente, o es un sádico hijo de puta que merece la muerte. Como dijo un judío de Auswitz, ‘Si dios existe, tiene que rogarme que le perdone.’
Me gustaMe gusta