
Ferrari ha sorprendido con su coloración amarilla para el Gran Premio de Italia, para celebrar los 100 años del circuito de Monza (trucos comerciales aparte). Siendo mi color favorito, siempre será bienvenido en cualquiera de mis aficiones. Pero ¿es la única vez Ferrari le ha dado más protagonismo a otro color que no sea su rojo eterno?
Lo cierto es que no. Y el caso más llamativo lo tenemos cuando llegó a competir de blanco y azul, en las dos últimas carreras en el año 1964. La FIA había decidido no homologar el modelo 250 LM que la Scuderia tenía preparado para la siguiente temporada. Sumidos en la injusticia y el enfado, el equipo recurrió al ACI (máximo organismo italiano del deporte motor) para que intercediera, pero este se negó a ayudar. En respuesta, Ferrari abandonó el color rojo que siempre había simbolizado a Italia y se inscribió para las dos últimas carreras con un inesperado monoplaza blanco y azul que sería pilotado por Lorenzo Bandini y John Surtees.

Pero más allá de este desencuentro, Ferrari siempre a recurrido al rojo (y sus diferentes tonalidades) para competir en la Fórmula 1 a lo largo de su extensa historia en la Fórmula 1, lo cual es de destacar al ser el único equipo que ha participado en todas las ediciones del campeonato.
Si quieres aprender más y disfrutar de la historia de este magnífico constructor en la Fórmula 1, te recomiendo el libro La historia de Ferrari en la Fórmula 1 a ritmo de vuelta rápida.