
¿Sabes cómo se originaron los videojuegos de rol? Pues como casi todo en la vida, surgió de una pasión, antes de que el manto de la comercialización la arrollara. Soy un apasionado de la historia, en todos los sentidos, y en esta nueva transmigración a mi alter Lord RPG no podía pasar por alto estudiar sobre el origen del género de los videojuegos de rol, al que he dedicado tiempo y esfuerzo. Os sintetizo, porque es interesante.
Si nos referimos a los juegos de rol en general, debemos agradecer al profesor William Anthony Gamson su método académico en el que teatralizaba sus clases, haciendo que los alumnos se hicieran pasar por personas de determinadas épocas para interiorizar y comprender mejor el contexto histórico. Vamos, que les hacía VIVIR sus propios estudios, en lugar de simplemente memorizarlos. ¿Y qué es el rol si no meterse en la piel de otros personajes para experimentar aventuras alternativas? A partir de ello, creó su juego SimSoc de simulación de sociedades.
Pero la popularización de los juegos de mesa de simulación se la debemos a Gary Gygax y Dave Arneson, y la creación de esa obra maestra llamada Dungeons & Dragons, juego de rol ambientado en fantasía medieval. Esto, a su vez, sembró la semilla que germinaría en los primeros videojuegos de rol.

Los CRPG se originaron en las universidades. ¿Y por qué allí? Porque en los años 70 tener un ordenador en casa era algo prácticamente imposible. Por lo tanto, los estudiantes utilizaban los avanzados sistemas informáticos universitarios para programar sus propios juegos en lugar de para hacer sus tareas correspondientes. ¿Quién iba a decir que de una irresponsabilidad surgiría un género tan maravilloso como los videojuegos de rol?
De manera rudimentaria y a través del discreto sistema PLATO surgieron los primeros CRPG, todos ellos basados en la normativa D&D. Vamos, que los estudiantes trataron de hacer una versión digital del juego de mesa, cada uno a su manera, implementando todos los elementos que estuvieran a su alcance. Cada cual hacía su propia versión, o mejoraba una anterior, lo que dio lugar a una multitud de juegos de este tipo, cada uno tratando de innovar respecto al anterior, incluso compitiendo las propias universidades entre sí.

Con los estudiantes “perdiendo el tiempo y los recursos universitarios” en estos juegos, las autoridades educativas trataron de poner fin a esta fiebre. Pero por suerte, no se pudo silenciar este fervor por los primeros videojuegos de rol. Más bien todo lo contrario. Se había sembrado la semilla de una pasión que actualmente muchos agradecemos, y esta afición creció de tal manera que pronto llegó su comercialización. Pero eso ya es otra historia.
Si os interesa esta historia, os invito a leer EL ORIGEN DEL RPG y la historia de los videojuegos que definieron el género, libro en el que he tratado de sintetizar el origen del género tras muchas horas y esfuerzo para conseguir un relato claro que nos permita a todos los amantes de los videojuegos de rol descubrir cómo empezó este camino hasta llegar hasta donde (afortunadamente) estamos.
¿Qué te ha parecido esta historia? ¿Tú también habrías prohibido esta afición al ver que los estudiantes desaprovechaban su tiempo y recursos a su alcance?
Un saludo, ¡nos vemos por el camino de la aventura!
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