
¿Alguien sabe a quién le debemos los amantes del RPG la posibilidad de explorar y perdernos en maravillosos mundos? Actualmente, poder explorar a través de vastos territorios con detallados y maravillosos paisajes como las Tierras Intermedias de Elden Ring, los reinos de Temeria o Skellige de The Witcher o las distintas regiones de Tamriel en The Elder Scrolls es toda una delicia y un privilegio que disfrutamos los aficionados a los videojuegos de rol. Pero no siempre fue así.
Ya sabéis que siento una gran admiración por los pioneros, por aquellos que nos permitieron una nueva “primera vez”. Y en el caso de los mundos abiertos, todos los aplausos han de ir dirigidos a Richard Garriott. Conocido en el universo de los videojuegos de rol como Lord British, fue el primero en introducir el concepto de mundo abierto en el RPG con su juego Ultima en 1981.

Antes de Ultima, los videojuegos RPG se reducían a explorar mazmorras, limpiarlas de enemigos buscando un tesoro oculto o con el objetivo de eliminar a un enemigo final. Todo ocurría en un recinto cerrado. Pero… ¿y si se pudiera llevar el concepto de videojuego de rol a una región más amplia?
De esta manera, Garriott creó Sosaria, el mundo abierto de Ultima. Había que desplazarse por todas sus regiones en busca de mazmorras, castillos, y ciudades donde poder descansar y comprar objetos. Además, algunas mazmorras eran opcionales, lo que proporcionaba una gran libertad de juego y de decisión sobre la aventura. Os podéis imaginar la revolución que supuso este concepto actualmente tan integrado y normalizado. ¡Bum! El potencial del RPG aumentaba a la enésima potencia, las aventuras escalaban a otra dimensión.

Personalmente, crecí explorando hasta el último rincón de Hyrule en The Ocarina of Time, deleitándome con la Montaña de la Muerte o el Lago Hylia… Disfruté exprimiendo la grandeza del Gaia de Final Fantasy VII… Soy de la generación que ya empezó en el universo de los juegos RPG con grandes mundos a explorar.
Actualmente y con el avance gráfico, la belleza de los paisajes y los grandes universos a recorrer son un elemento esencial para los juegos RPG, más importante incluso en los MMORPG que compiten por ofrecer universos casi infinitos. Además de la acción de las batallas y de un buen argumento, todos los jugadores disfrutamos recorriendo lugares mágicos y sintiéndonos parte de otro mundo que va generando recuerdos imborrables en nuestra mente a medida que avanzamos en él.
Por lo tanto, no olvidemos nunca a aquellos que sembraron la semilla de este sistema de juego, y en concreto a Richard Garriott con su saga Ultima, imprescindible para comprender el género RPG tal y como se conoce actualmente. ¡Gracias, Lord British!
Si os interesa esta historia, os invito a leer EL ORIGEN DEL RPG y la historia de los videojuegos que definieron el género, libro en el que he tratado de sintetizar el origen del género tras muchas horas y esfuerzo para conseguir un relato claro que nos permita a todos los amantes de los videojuegos de rol descubrir cómo empezó este camino hasta llegar hasta donde (afortunadamente) estamos.
¿Y tú? ¿Eres de los que disfruta de la belleza de los paisajes en un juego de rol o de los que da prioridad a la acción u otros elementos?
Un saludo, ¡nos vemos por el camino de la aventura!