Al fin puedo decir, como escritor, que he hecho el agosto. Ese mes ha sido el mejor en ventas desde que publiqué El sanador del tiempo. El primer sorprendido he sido yo al promediar unas 100 unidades vendidas diarias. Los que me seguís desde mis inicios sabéis que, para mí, eso es una barbaridad. ¿Qué he hecho para llegar a esas cifras?
La respuesta: no lo sé. Y los gurúes que amasan cifras exponecialmente superiores a estas, tampoco. Los líderes en ventas que os digan que saben por qué están vendiendo tanto, mienten. Como el caso de Marc Reklau, que porque un día consiguió una cantidad desorbitada de descargas (en promoción gratuita, por cierto), creó un libro que se convirtió en best-seller diciendo cómo lo había conseguido pero que, paradójicamente, no sirvió para que ninguno de sus lectores triunfara. Eso sí, de los días anteriores y posteriores a esa magnífica descarga, no aporta pruebas.
Lo que quiero decir es que estas ventas explosivas son pasajeras y fortuitas. En septiembre no me fueron así ni de lejos, volvieron a aparecer muchos días en blanco. No me avergüenza reconocerlo ni voy a utilizarlo para convertirme en valedor de cosas que no sé. Sin embargo, habrá quien aproveche estos éxitos puntuales para deciros que sabe cómo vender permanentemente y vivir de esto. Puro oportunismo. Los autores noveles y/o desconocidos no somos capaces de mantener un nivel de ventas en el tiempo, hay que asumirlo. Es más, si lo hiciéramos, dejaríamos de ser noveles para convertirnos en autores consagrados. Así que, desconfiad de escritores desconocidos que os aseguren que saben cómo vender con éxito de manera continuada.
Lo que sí sé es que he hecho muchas cosas, y que algunas de ellas pueden haber funcionado, pero también estoy seguro de que hay quien hace las mismas y vende más o vende menos que yo. He tenido un golpe de suerte, merecido o no. Si tuviera que apostar por la opción ganadora, me quedaría con el boca a boca. Diría que mi libro ha llegado a manos de alguien con mucha influencia en un grupo en particular y lo ha recomendado y eso lo ha movilizado. No hay nada más poderoso que una recomendación ajena, siempre que esta tenga valor. De nada sirve que os metáis a grupos de escritores y lectores a promocionar vuestro libro si no tenéis un respeto ganado en él a través del tiempo y la sinceridad.
Lo que también sé es que me ha ayudado el formato digital (en papel no he notado cambios significativos), y que de entre los libros que tengo publicados (las estadísticas de Kindle no hacen distinción entre obras), el que ha conseguido esta detonación es El sanador del tiempo, en este momento nº 6 en viajes en el tiempo y que en dicho mes llegó a estar en el Top20 de ciencia ficción.
No sé qué más ha podido funcionar, ya me gustaría saberlo para volver a aplicarlo, pero lo que quiero transmitir con esta experiencia es dos cosas:
- No hay fórmula secreta para las ventas. Tú solo puedes lanzar tu obra al mundo con más o menos fuerza, pero que esta se extienda o no depende en gran medida de la suerte. No eres mejor escritor por tener ventas exitosas ni peor por no tenerlas. El factor suerte no tiene nada que ver con el talento. No creo que el libro fuera mejor hace varios meses que ahora. Promocionarlo con todas tus fuerzas no va a asegurar el éxito, pero lo que sí está claro es que si no haces algo, difícilmente se va a proyectar.
- No te rindas nunca. Los que me seguís durante años sabéis que he seguido insistiendo, que no he perdido los ánimos a pesar de la sequía, y que siempre he creído en lo que hago sin mirar cifras. Es cuestión de suerte, sí, pero mientras sigas al pie del cañón, más papeletas tendrás para triunfar. Tu golpe de suerte también llegará, y quiero que este post sirva para que avives la esperanza. A todos los que derrochamos pasión nos acaba llegando, de eso estoy seguro, aunque en mi caso haya tardado años.
Es verdad todo lo que decís. Es muy difícil vender y veo mucho desánimo en los autores. Hay mucho esfuerzo no recompensado. Pero la respuesta no es apagar las luces. Cuantas más estrellas brillen en tu cielo, más fácil será que la persona indicada las vea. Yo seguiré peleando por otro golpe de suerte como este, como siempre.
Un saludo. ¡Nos vemos las instacaras por @icaro_jon!